20070330

X ANIVERSARIO DEL INSTITUTO AUTÓNOMO MUNICIPAL DE LA CULTURA

Hernán Ramírez

Los inicios de la cultura en nuestra ciudad, tuvieron como escenario: La Escuela Municipal Bolívar, dirigida por el Br. Francisco de Paula Reina, como proyección a la comunidad para entender la acción educativa hasta el hogar de los sectores sociales. Obras de teatro de carácter dramático, obras de carácter histórico, grupos corales y grupos musicales.

También la Escuela Federal Ayacucho, fundada en 1916 y dirigida en sus comienzos por la Prof. Regina de Velásquez, posteriormente por la Srita. Débora Medina Vivas.

La Escuela Federal Junín, posteriormente recibió el nombre de Samuel Darío Maldonado y el colegio Sucre Fundado en 1925 por el Pbro. Edmundo Vivas, desarrollaron una gran actividad cultural, obras de teatro, tertulias y veladas musicales que sirvieron para departir entre estudiantes de estas instituciones.

Para 1941 La Escuela Federal Ayacucho celebra sus bodas de plata con un regio programa con recitales, exhibición de trabajos manuales, veladas literarias, bailes folklóricos como aporte a la ciudad de San Juan de Colón.

Para el año 1942 un grupo de jóvenes colonenses organizan una sociedad que se denominó El Comité Pro cultura. Organismo que va a tener como fundamento la proyección de todos los aspectos culturales, fundan una biblioteca, una sala de conferencias y funda un periódico que llevó el nombre de “El Colonense”. Fue una organización con un fin definido (la cultura). El Colonense sirvió como órgano informativo de nuestra sociedad en todos sus aconteceres. Se organizan los primeros carnavales de la simpatía. El Comité Pro – cultura funcionó hasta 1948.

Dentro de sus miembros debo recordar los nombres de Luís María Casanova Guerrero, Pedro Luís Mujica, Defenderte Mazzei, Diva Figueroa, Luz Stella Roa, Gumersindo Pacheco Vivas, Miguel Ángel

Crespo, Gonzalo Vivas Ramírez, Edmundo Pacheco Vivas, Blanca Andrade, Blanca López Ruiz, Seleucio Segundo Maldonado, Rubén Darío Ramírez, Cándida Morales, Miguel Ángel Casanova Guerrero, Oswaldo Ayesteran, Waldino Ramírez. Para 1952 existía en ésta ciudad El Centro Cultural Los Andes que viene a llenar el espacio dejado por el comité Pro – cultura y es allí donde un grupo de colonenses reunidos con el fin de organizar la Junta de ferias del mes de junio, tienen la idea de crear un club social y cultural y de esta idea nace el Club Social Ayacucho fundado el día 24 de Diciembre de 1952.

1960 un año trascendental en nuestro pueblo, se ha constituido una institución de educación secundaria: El Liceo Tulio febres Cordero que tuvo sus inicios en el Grupo Escolar Francisco de Paula Reina y con el esfuerzo de su director Amador González Rivero, creó en ésta Institución grupos de teatro, estudiantinas y orfeones que se proyectaron durante varios años en un salón de la vieja casona de la calle 4 o en el auditórium del ya desaparecido Teatro Colón de la calle 5.

Para el mes de junio de 1970 Marcos Granados Ruiz expone la creación de una Escuela de Música la cual debe construirse a corto plazo, y que vendrá a completar el ciclo de formación educativa. Esta idea llenó de atención al ilustre Concejo Municipal quien decide aportar el terreno para construir dicha institución en dos locales que fueron en la década de los treinta sede de la primera compañía de luz eléctrica de nuestra ciudad como fue la empresa Tamanaco de Don Luís Bernal y la casa que fuera propiedad de Don Pompilio Dulcey, y donde funcionó el primer Cine de nuestra localidad. El Royal Cine Colón de Don Esteban y Don Francisco Gil Moreno, comienzan las conversaciones con instituciones públicas estadales y nacionales, para entonces se tenía proyectado que la Escuela se convertiría en una Centro de Cultura para proyectar la pintura, el teatro, la música y dirigir conferencias.

Ya construida la Casa de la Cultura inicia sus actividades con cursos de pintura al pastel y al creyón, clases de música y otras actividades complementarias.

Debo resaltar que para la década de los 80 se constituyo el grupo juvenil Monseñor Luís Abad Buitrago, que desarrollo una gran actividad cultural en la parroquia San Juan Bautista de nuestra ciudad.

Sin embargo, para las décadas de los 90 es cuando se constituye la Fundación de Artistas Colonenses con la iniciativa de Ramón la Cruz por el letargo es que había caído nuestra casa de la cultura, este grupo a parte de su actividad artística también publicaron el diario la noción.

Para el año de 1997 el día 25 de marzo, el consejo municipal en uso de la atribución legal que le confiere el articulo 76 ordinal 3ro de la ley orgánica de régimen municipal, sancionan la ordenanza por la cual se crea el instituto autónomo de la cultura, dicha institución se crea como ente público con personalidad jurídica con domicilio en la cuidad de San Juan de Colón, con el objeto de realizar la planificación y asistencia técnica y el fomento de la cultura en sus géneros de teatro, opera, zarzuela, danza, opereta, cine, festivales y todo lo relacionado con el folklore; cursos de corte y costura, corte de pelo, locución y animación, repostería y manualidades, en la parte plástica: LA cerámica, pintura y escultura. En lo que concierne a la educación, el establecimiento de bibliotecas; organización de charles, foros y simposium.

El instituto se administra con un patrimonio que vendrá del aporte de conformidad con la disponibilidad del concejo municipal los bienes que en el futuro se incorporen adquieran por cualquier título, y cualquier otro ingreso permitido o previsto por el ordenamiento legal.

Esta ordenanza entró en vigencia con publicación en gaceta municipal la cual fue dada, firmada y sellada en el despacho de la secretaria de la cámara municipal el día 20 de marzo de 1997 por el alcalde Dr. Gabino Paz Guerrero.

Creado el instituto, recayó la dirección del mismo en la profesora Gladys Castro y en el Sr. Jhony Medina como secretario, cargo que fue asignado por un periodo de 2 años, el cual se ha extendido hasta el día de hoy con la condición de cargo ad honoren. Y por ello debo destacar que la actuación de la directiva del instituto autónomo de la cultura ha estado en manos de personas que han sabido resaltar la imagen de nuestra ciudad por todo lo alto, han proyectado las diferentes actividades a diferentes regiones de nuestra geografía con una magnitud que nos llena de orgullo a todos los habitantes de esta ciudad.

Debo resaltar que dentro de las actividades dependientes del instituto autónomo municipal de la cultura están las danzas nacionalistas, folklóricas y contemporáneas, él teatro experimental (jóvenes tabla), la iniciación musical, el piano, la música folklórica (arpa, cuatro, guitarra, mandolina), la recuperación académica, el taller de artes manuales (San Agustín) y la coral municipal.

Otras instituciones que funcionan bajo la directriz del instituto municipal de la cultura son; los hogares de cuidado diario, el centro bolivariano de informática y telemática y también existen dos instituciones que reciben aporte económico como son: la orquesta sinfónica del Táchira núcleo Colón, y la Galería de Arte el Punto.

Hoy cuando el instituto autónomo municipal de la cultura arriba a sus diez años de existencia quiero felicitar a sus directivos por la gran labor realizada en pro de la cultura de nuestro municipio, y desearles larga existencia al frente de nuestra institución que se ha preocupado por fomentar el conjunto de conocimientos que debe poseer una persona, una sociedad o un país, conservando la tradición de nuestros valores.

20070329

CULTURA TRADICIONAL Y POPULAR

Textos de la Exposición itinerante del Museo del Táchira, presentada en la Galería de Arte El Punto.

Antrop. Reina Durán

Se define a la cultura, simplemente corno el “modo o forma de vida de un pueblo”. La estructura de una cultura esta compuesta por la suma de rasgos, complejos y patrones culturales. Un rasgo es la unidad de una cultura como por ejemplo la cestería que sumada a otros aspectos conforman un complejo como la artesanía. El complejo esta compuesto por varios rasgos como la artesanía, el lenguaje, el vestido, las creencias. Los patrones culturales se refieren a las formas de comportamiento típico de grupos de personas según el sexo, edad, ocupación y situación social. Los valores de un grupo son los ideales, sus fines u objetivos, la moral ética y estética, los conocimientos y sabiduría compartidos por los miembros de una sociedad, transmitidos y ampliados de una generación a otra.

Cada grupo humano en su enfrentamiento con la naturaleza ha dado una respuesta particular que lo diferencia de otros grupos y es lo que conforma su cultura propia que se diferencia de las demás, conformando así las diversas culturas que se encuentran en el universo y es lo que en definitiva se llama Diversidad Cultural.

La cultura de un país esta compuesta por el conjunto de normas, usos, hábitos y patrones culturales similares de los habitantes de un espacio geográfico. Dentro de un mismo país subsisten diversas culturas como las regionales y en una región o ciudad hay diferencias culturales, especialmente en cuanto a valores y patrones culturales, los cuales varían de acuerdo al medio en que se desenvuelve el individuo o la clase social a la que pertenece.

La Cultura Tradicional de un pueblo es el conjunto de rasgos, patrones culturales, hábitos, técnicas y costumbres que son transmitidas oralmente de generación en generación. Y por tanto la Identidad Regional se puede ¡definir como, una forma de hacer las cosas, de sentir, de pensar que identifican y diferencian un pueblo de los demás habitantes de otras regiones del país.

La exposición itinerante “Cultura Tradicional y Popular del Táchira”, establece la importancia de valorar y reafirmar las tradiciones culturales, como una manera de controlar el

proceso de globalización .y homogeneización actual, impuesto por los intereses económicos dominantes mundiales.

Tratando de enseñar y crear conciencia sobre el tema, se ha programado una serie de exposiciones regionales y nacionales, las cuales permitirán mostrar a propios y extraños la riqueza y variedad del patrimonio cultural venezolano. Por tal motivo, es importante insistir sobre el significado eje la Diversidad Cultural.

El hombre como especie tiene un patrimonio biológico propio constituido por su diversidad .genética y junto a este, tiene un patrimonio cultural conformado por su diversidad cultural que no se trasmite genéticamente sino mediante el aprendizaje... el patrimonio cultural se necesita para vivir, lo heredamos y usamos, pero; en este proceso se transforma, hay sistemas y elementos que se innovan total o parcialmente y otros que caen en desusos o adquieren nuevas funciones y significados.

Ninguna cultura se puede preservar en su totalidad, pero si se puede, aunque sea parcialmente, conservar el conocimiento de la diversidad cultural y de sus muy diversos logros. Este es el verdadero patrimonio cultural que la humanidad puede conservar y transmitir: el conocimiento, tanto el de los logros científicos y artísticos más singulares, como el de los sistemas y dispositivos culturales que han permitido al hombre en situaciones ecológicas muy diversas y en situaciones sociohistóricas muy cambiantes adaptarse a la vida en el planeta y a la convivencia con sus semejantes.

Conservar y transmitir este conocimiento es una obligación con nosotros mismos y las generaciones futuras especialmente en estos tiempos, en que la homogeneización impuesta por los intereses económicos dominantes amenaza con la extinción de la diversidad cultural preexistente y cuando estamos 'en condiciones de afirmar que nuestra supervivencia en un futuro cambiante depende, sobretodo de la flexibilidad adaptativa.

Evidentemente no podamos conservar el conocimiento pleno de ninguna cultura por su gran complejidad, solamente podemos conservar parte de este conocimiento que lo queramos o no vendrá determinado por criterios e intereses utilitarios y presentistas. Este es el patrimonio, cultural que podemos conservar ó transmitir. (Llorenc Prats, 1997)

El circuito expositivo “Cultura Tradicional y Popular del Táchira” presenta el entorno natural donde el hombre prehispánico se desenvolvió, modificándolo, adaptándose y creando una cultura o un modo de vida característico del grupo humana que pobló por primera vez estas tierras, mostrando una serie de manifestaciones, como la cestería, la cerámica, los cultivos, juegos, oficios, bailes, música y arte popular. Usos, creencias y costumbres que se han trasmitido de generación en generación y se han perpetuado hasta el presente, propiciando la reafirmación del sentimiento nacional de identidad de las generaciones presentes y futuras, especialmente por ser el Táchira una zona fronteriza y cumpliendo con un importante objetivo de la exposición: enseñar al colectivo el legado cultural dejado por nuestros antepasados, crear conciencia sobre la importancia de protegerlo enfatizar sobre la utilidad que reporta este conocimiento para enfrentar los retos actuales y futuros.

Cultura tradicional

En términos generales la cultura desde el punto de vista antropológico, es el modo de vida de una sociedad, es decir, todo lo creado por el hombre a partir de los recursos materiales que la naturaleza ha puesto a su servicio y así mismo las concepciones e ideas que desarrolla para abordar, explicar los fenómenos naturales y cotidianos de la vida común, buscando comprender su significado origen y desarrollo.

Cada grupo humano en su enfrentamiento con la naturaleza ha dado una respuesta particular que lo diferencia de otros grupos, conformando una cultura, que se encuentra en el mundo, es en definitiva la que se entiende como diversidad cultural.

La cultura de un país está compuesta por el conjunto de normas, usos, hábitos y patrones culturales similares de los habitantes de un espacio geográfico. Dentro de un mismo país subsisten diversas culturas como las regionales y en una región o ciudad hay diferencias culturales, especialmente en cuanto a valores y patrones culturales, los cuales varían de acuerdo al medio en que se desenvuelve el individuo o la clase social a la que pertenece.

El término cultura tradicional tiene el mismo significado que el de folklore, que etimológicamente se define como Folk.: pueblo y lore: saber, es decir la sabiduría del pueblo. “Es el caudal espiritual, social y técnico antiguo que heredan los pueblos y trasmiten por simple vía oral o por la práctica”.

Tradición oral, son todas las expresiones y rasgos culturales aprendidos y transmitidos de generación en generación al margen de los medios académicos o de comunicación de masas. De manera que la cultura tradicional de un pueblo es el conjunto de rasgos, patrones culturales, hábitos y costumbres que son transmitidos oralmente de generación en generación.

En la cultura tradicional del Táchira, conviven y se manifiestan las culturas indígenas y europeas que forjaron la historia, conformando así nuestra tradición. Y por tanto la Identidad regional se puede definir como, una forma de hacer las cosas, de sentir, de pensar que identifican y diferencian al tachirense de los demás habitantes del país.

La cerámica

La elaboración de cerámica se realizan con arcilla en técnicas de torno y modelado, especialmente en Lomas Bajas, aldea Ricaurte del Municipio Libertad Capacho, es decir que está ubicado al oeste del estado. Algunos historiadores afirman que la tradición cerámica de la comunidad es de origen indígena y las excavaciones arqueológicas realizadas en el municipio, dan indicio de la existencia de grupos indígenas con una cultura alfarera que se remonta a unos 3.000 años antes de la llegada de los españoles. La producción de cerámica, oficio aprendido de sus antepasados y que se ha conservado como una tradición que se trasmite de generación en generación es su principal actividad de subsistencia.

Las técnicas utilizadas en la manufactura de la cerámica han variado con el tiempo, especialmente con la introducción del torno, desde hace por lo menos unos trescientos años. Sin embargo se puede decir, que se conserva mucho de las antiguas costumbres en la elaboración de la cerámica.

El barro utilizado es de tres tipos: blanco o caolín para hacer piezas pequeñas, el rojo y el amarillo con el que fabrican diferentes objetos. Una vez que recogen el barro y lo depositan frente a los talleres proceden a prepararlos remojando y espulgando para sacarle alas piedras, se tiene y luego proceden a amasarlo con los pies utilizando un cuero de res que se llama “pisador”, agregándole el desangrante. Amasan el barro y cuando ya está lista la “pella” se inicia la fabricación de las vasijas.

Las técnicas que utilizan son el moldeado (con moldes), el torno y el modelado (con las manos). La más común es el torno, que es un instrumento de madera con un asiento y una mesa de trabajo que es atravesada por un eje central que tiene en la parte inferior una rueda que manejan con el pie para mover la cabeza del trono que está en la parte superior de la mesa de trabajo. La masa de arcilla o “pella” es colocada en la cabeza del torno, el alfarero modela la pieza que desea sin necesidad de ejercer más fuerza física que la suave presión de los dedos. Así la vasija puede ser hecha en cuestión de minutos, lo que facilita la producción en serie de objetos de poco precio.

Luego de modelada la vasija en el torno, la cortan por la base con una cuerda o “pita” y la ponen a secar al sol o al aire. Después suavizan las paredes con las manos o el cucharón (pedazo de totuma o lata) y proceden a decorarla con dibujos incisos o una base o reborde de onditas, que hacen a mano, al igual que las asas y orejas que pegan con el mismo barro. Al estar listas las piezas se proceden a depositarlas en el horno que generalmente es de piedra, cemento o ladrillos colocando en la parte inferior la leña.

El proceso de obtener la temperatura necesaria para hornear lleva de 4 a 5 horas y media a fuego lento, cuando el vapor está fuerte se carga con más leña y ya se puede decir que se encuentra en su punto. A partir de allí tarda 45 minutos o como máximo 1 hora en la cocción de las piezas. Después se deja bajar lentamente el calor del horno hasta el día siguiente cuando se pueden sacar las vasijas del horno.

Los tipos de cerámica son alcoholado y rústico. La alcoholada es la que lleva un baño de minio que puede ser de color marrón oscuro, amarillo o verde. Generalmente no usan mucha variedad de colores porque dicen que el minio está muy costoso y a veces el precio oscila según el color que se quiere.

Producen diversos objetos como ollas, tinajas, materos, pocillos, platos, jarras, candeleros, floreros, ceniceros, alcancías, vasijas pequeñas, paelleras, etc. En los últimos tiempos las familias tienden a especializarse en la manufactura de un solo tipo de objeto como materos, mondongueras, etc. Algunas personas, aunque muy pocas, trabajan con moldes; generalmente son materos de grandes proporciones con figuras en las punzas.

Vivienda popular

De la misma mezcla de cultura indígenas y españolas surge la nueva clase de vivienda que es lo que algunos llaman arquitectura popular. En el Táchira, especialmente en lasa zonas rurales, podemos observar muchas construcciones de este estilo que se pueden catalogar como parte del folklore tachirense. En alguna forma la tradición indígena aún persiste, en el uso de materiales de recolección para la elaboración de viviendas, como es el caso de la caña y el barro, así como por el predominio de unos elementos sobre otros, según su ubicación en las zonas altas o bajas.

La influencia española se refleja especialmente en algunos rasgos, como los techos de tejas con sus grandes aleros, los amplios corredores internos y externos, patios interiores y centrales, zaguanes con pisos donde se intercala el ladrillo y la piedra, corredores o entradas de piedras y altillos o soberaos de madera, así como escaleras en el interior de algunas habitaciones. Las puertas y ventanas son muy sencillas y es característico un diseño de paneles, en algunos sitios, lasa pintas de colores muy intensos que al parecer es influencia colombiana. Las ventanas de las casas de los páramos son pocas y pequeñas a fin de evitar las fuertes corrientes de aire y bajas temperaturas propias de las zonas. Es posible también ver algunas viviendas o graneros con columnas de maderas que descansan sobre una piedra plana, aunque es más corriente el uso de horcones que se entierran directamente en la tierra.

Los techos son usualmente de tejas que descansan sobre un entramado de vigas de madera y caña brava que se unen con alambre, aunque todavía se puede apreciar el uso de bejucos o fibras vegetales. En las construcciones de las paredes predomina el uso de tierra pisada, el adobe y el bahareque. El apisonado es una de las prácticas más conocidas que consiste en tierra húmeda mezclada con materias, vegetales y guijarros que se afirma y compacta en un gran bloque la pared, cuya base es generalmente de piedras. El adobe consiste en una mezcla similar a la anterior y el barro se moldea con las manos o con moldes de madera en bloques pequeños hasta conseguir la forma deseada y luego se dejan endurecer al sol para colocarlo después en hiladas sucesivas sobre capas de argamasa de barro para que se peguen unos a otros. La pared de bahareque es una de las modalidades más conocidas y extendidas en estas viviendas y consiste en una mezcla de barro con paja picada que se va colocando sobre un entramado de ramas sostenidas sobre horcones de madera o caña brava entrecruzadas.

Cultivos tradicionales

La economía del Estado Táchira es tradicionalmente agrícola desde la época prehispánica y continúa conservando esta característica después de la llegada de los españoles en el siglo XVI. A sus cultivos autóctonos: algodón, cacao, frijoles, maíz, ocumo, apio, yuca, tomate, se incorporan los foráneos: trigo, cebada, caña y café. Acompañando a estos cultivos, especialmente el trigo y la caña de azúcar se encuentran una serie de herramientas y equipos de manufactura casera, además de una serie de usos y cantos que acompañan las faenas.

Caña de azúcar

Trapiches de caña de diferentes tipos, desde los más antiguos como los “quebranta huesos o culeros”, pasando por los manejados por bueyes hasta llegar a los más sofisticados con motores eléctricos, se encuentran diseminados por todo el territorio tachirense. La panela es el producto base de la molienda y es de alto consumo en la región, especialmente en el sector rural, donde es muy apreciada porque dicen que es natural y tiene vitaminas, calcio, carbohidratos, hierro, fósforo y un pequeño porcentaje de proteínas. Igualmente se conservan los “estancos” de aguardiente, el cual se procesa en diferentes zonas y mezclado con diferentes ramas y frutas da lugar a las bebidas típicas que se consumen, tales como el “calentao” que es la panela derretida con el aguardiente o “miche” y que se agrega al gusto canela, clavo, miel de abejas y se sirve caliente, es costumbre usarlo para celebrar el advenimiento de un nuevo miembro de la familia, brindando los “miaitos” a parientes y amigos.

Trigo

Son pocos los cultivos de trigo que se encuentran actualmente, sin embargo se pueden observar algunos en El Cobre, Pueblo Hondo, Las Porqueras, El Reposo, Betania y Peralta. En general son cultivos pequeños destinados al consumo de la familia, a veces dejan algo para la venta: granos o harina. De los molinos usados para procesar el trigo, el único o el más conservado hasta el presente, es el molino hidráulico de Peralta, Aldea San Isidro, Municipio Sucre, cuyo funcionamiento se remonta a finales del siglo XIX. Allí el trigo que cosechan en fincas cercanas y también de otros municipios aledaños.

Algunos cantos de trilla aún se conservan: “vamos a trillar el trigo, / del más maduro al más pintón/ con el fabricaremos sabrosos panes y atol. /Trilla, trilla al compás de las pisadas y el bordón; /trilla, trilla sin descansar y no te vayas a flaquear; /trilla, trilla sin parar y déle vueltas al dorsal/ que la mula no desmaye en sus pisadas al bailar”. También se usan aun dichos o refranes que reflejan sentimientos o hechos de la vida real: “¿A dónde vas trigo tardío?, a alcanzar el temprano, ni en la paja ni en el grano”; “cuando siembres, siembra trigo, que chicharras hacen ruido”; “echar uno por esos trigos o por los trigos de Dios”; “ni mío es el trigo, ni mía la cebada y muela el que le dé la gana”; “no es lo mismo tocar campanas que dar trigo”; “no todo trigo es trigo limpio”; “no es lo mismo tocar campanas que dar trigo”; “no todo trigo es trigo limpio”; “con mucho trigo nunca es malo el invierno”; “si es bueno el trigo tardío, no se lo digas a nadie”; “al trigal no le entra pajonal”.

Las familias que cultivan trigo, tienen horno propio de barro y ladrillos, donde cocinan con leña el pan o arepas de trigo. En semana santa es cuando más se elaboran pan y biscocho de sagú.

Muchas de las técnicas agrícolas así como los instrumentos y objetos de uso doméstico, representan una mezcla de costumbres indígenas y españolas: el palo o k.o., el arado de madera, cestos de recolección, ganchos o garabatos, paletas de madera, lámparas de carburo o aceite de tártago, esteras, piedras labradas para los molinos y otros muchos artefactos que son de uso común de las familias de campesinas en las faenas del campo. En muchas de las haciendas que utilizan las piedras de moler y amolar, molinos con ruedas de piedras.

La mayoría de estos cultivos se mantienen, aunque el algodón, el cacao y el trigo en el Táchira han decrecido y se conservan por tradición de algunas familias que lo han practicado durante generaciones.

El chimó

Don Tulio Febres Cordero lo define: “chimó, preparación hecha con tabaco el forma de jalea, con el moó, aliñada entre otras cosas con cenizas y urao”. El proceso de elaboración del producto varía de acuerdo al combustible que se use: carbón, gasoil o gas. Con el primero dura unas 9 horas la obtención de la miel y de 3 horas a 45 minutos con los últimos. También depende de las maquinarias y herramientas, pues en muchos casos el proceso es todo manual, pasando la miel con baldes o palas con cabos largos de una mermelada a otra; mientras que otros tienen motores que impulsan por tuberías la miel, además de mezcladores, máquinas para colar la ceniza y cortar la pasta, instrumentos que ayudan a agilizar el trabajo y por supuesto la duración del proceso.

Al chimó se le atribuyen efectos mágicos y medicinales, por tal motivo es usado en las ceremonias de curación que hacen los rezanderos y dicen que calma el hambre y evita el cansancio. Por tal propiedad era usado por indígenas en las largas jornadas de trabajo. El consumo de chimó en el Estado Táchira es bastante alto, por tal motivo existen muchas chimoserías, especialmente en los Municipios Cárdenas, Ayacucho, Guásimos, Torbes y Lobatera que surten en otros municipios y estados vecinos.

La elaboración del chimó, jabón de tierra, aceite de tártago y de cacao son tradiciones indígenas y antiguas que tiene vigencia en los campos del Táchira.

Juegos tradicionales

En los juegos tanto físicos como intelectuales, se manifiestan las formas antiguas que han conservado la tradición y que han recreado los pueblos a través de sus niños, quizás para recordarnos que los frutos nuevos de cada renacer poseen nutrientes en las viejas y profundas raíces del pasado, de nuestros ancestros muchas veces ignoradas como experiencia continua de múltiples aprendizajes, los juegos son tan variados como etapas de desarrollo y de intereses posean los niños de acuerdo a su edad.

La mayoría de los juegos tradicionales son practicados por igual en diferentes partes de Venezuela, variándose una región a otra sólo en pequeños aspectos de acuerdo a la idiosincrasia de cada pueblo. En el Táchira se puede observar diferentes clases de juegos según las edades de los participantes, de manera que los niños hasta los 12 ó 13 años generalmente se dedican a los juegos de ronda y cantos, el escondite, las metras, el papagayo, el trompo, además de los juegos de adolescentes y adultos entre los que se pueden mencionar las carreras, la pelota, la sicuela, la turra, el bolo, la huesa y los diferentes juegos de azar. También hay algunos juegos que se practican en celebraciones y fechas especiales como el toro candela, la locainas y el año viejo.

Literatura, música y fiestas tradicionales.

En la literatura oral tradicional destaca la décima, como el recurso comúnmente empleado para memorizar y transmitir de generación en generación acontecimientos noticiosos y explicativos que se consideran importantes por la comunidad. También se recitan “Loas” profanas o divinas, coplas de años, humor y galanteo. Las ocasiones son: velorios de angelitos, romerías del niño en navidad, reuniones de nacimiento, matrimonios, bautizos y cumpleaños.

La música tradicional en el Táchira, en cuanto forma tiene raíz europea muy antigua. Los géneros y las especies son variados, siempre aparece ligados a ceremonias, ritos, actividades y fechas específicas. Se conservan aún en nuestros campos los llamados cantos de trabajo, se canta a los bueyes para que no se queden dormidos, en la recolección del café y el trigo, en el barbecho para conjurar y alejar las malas influencias; cantos religiosos de adoración, los aguinaldos, loas, romances y décimas: cantos profanos de humor y galanteo, pertenecientes a la especie musical golpe, donde destacan: gobierno, guacharaca, palometa, claveles, lombarda, entre otras que se cantan en “tiempo de angelitos”.

El calendario anual de fiestas presenta su mayor concentración en los meses de mayo, junio, julio y agosto; representan celebraciones religiosas del solsticio de verano, época de lluvias, de cultivos y de cosechas. Entre las más importantes están: Nuestra señora de la Consolación, San Juan Bautista, San Isidro, San Agustín, El Santo Cristo, que son patrones protectores de las cosechas y comunidades, los cuales reciben ofrendas en su día: flores, hortalizas y frutas, homenaje de música, procesión y misa.

La navidad y fiesta de Reyes son festividades de solsticio de invierno y se celebran con mucha solemnidad y alegría. En navidad “las posadas”, “el nacimiento viviente”, “las Locainas”, “la quema del año viejo”, “el baile de la burriquita” y “el toro candela”, son expresiones tradicionales del estado Táchira.

Tejidos duros y flexibles

Los tejidos ocupan un lugar muy importante en la vida cotidiana de cualquier comunidad por las necesidades que satisfacen y por las múltiples funciones que se pueden desarrollar con los diversos productos que conforman este renglón. De acuerdo a la clase de fibra utilizada, los tejidos se clasifican en duros, flexibles y blandos. Los primeros, es decir los duros, están representados por la cestería, un oficio esencialmente manual, con una tradición que se pierde en el tiempo y transmitido oralmente de generación en generación. Entre los tejidos flexibles se encuentran los sombreros, las redes, el mecate, cuerdas y esteras.

En vasijas muy antiguas se han localizado huellas de tejidos, lo que parece indicar que la cesta sirvió de molde para la manufactura de cerámica, demostrando que el tejido fue una de las primeras actividades que el hombre desarrolló, incluso antes que la cerámica, lo cual está ligado a la forma de vida que practicaba en las primeras épocas: nómada. El estilo de vida nómada, un continuo vagar de un lado a otro en la búsqueda de alimentos, no permite cargar muchos objetos y se trata de aliviar la carga, no llevando cosas pesadas, por eso lo más práctico era llevar cestas o sacos para transportar sus pocas pertenencias. Para eso fue necesario seleccionar cierta clase de fibras y aprender a tejerlas; el uso de la cerámica se encuentra en la medida que los grupos se hacen sedentarios.

Las manifestaciones del tejido son muy abundantes en el Táchira. Las fibras vegetales utilizadas en los tejidos duros como la cestería son: caña brava, caña amarga, carruso, canuto, lata, bejucos, tampaco, cacahuito, caballero. En los tejidos flexibles como sombreros, carteras y artesanías varias, se usa el fique, ganchos de plátano o cambur y maíz para las esteras.

Se destaca la cestería del Abejal, Municipio Guásimos, por ser comunidad en donde se observa con mayor profusión su práctica, además de ser una de las más conocidas en el ámbito regional y nacional. Las formas de sus cestas son variadas y la técnica de tejidos más utilizada es el entrecruzamiento, donde la urdimbre y la trama son fibras planas; la primera de material ancho y rígido, mientras que los elementos de la trama son estrechos y flexibles. Existen otras técnicas como la labor esqueada, mimbre, enrollada y la retorcida, todas practicadas por numerosos pueblos del mundo.

Tejidos blandos

Los tejidos blandos siempre han ocupado un lugar importante en la vida del tachirense, por el uso cotidiano que normalmente se hace de los diferentes productos en lo personal y en las labores diarias. Los tejidos blandos son las cobijas, hamacas, ruanas, suéteres y otros, que también son practicados desde tiempos muy antiguos. En la actualidad usan como materia prima fibras sintéticas y acrílicas, su manufactura es mecanizada y muy poca artesanal.

En la investigación arqueológica que desde 1876 viene realizando el departamento de antropología del Museo del Táchira, se han encontrado diferentes evidencias de práctica de tejidos desde las etapas más antiguas de la sociedad tachirense, es así como se han encontrado agujas de hueso, volantes y peso de huso líticos y en cerámica, pintaderas, fibras que se utilizaron en la confección de sacos funerarios y trozos de tela. La mayoría de los hilos eran de origen vegetal al igual que los colorantes; los tejidos eran completamente manuales, luego usaron “el huso” para enrollar los hilos y trenzarlos: “el huso o rueca más sencillo era de origen indígena y está formado por una varilla delgada de madera dura, de dimensiones variables con su extremo aguzado. Tiene un contrapeso en forma de disco de azabache, madera, piedra, hueso, cerámica, tapara, etc., que hace posible el movimiento giratorio para el enrollado de la fibra. También se emplea una especie que es accionada por un arco de cuerda de cuero”. (Revista Bigott Nº 20, 1991, Pág. 32).

En la época de la colonia los españoles introdujeron los telares de pedales que fueron rápidamente adoptado por los indígenas, pudiendo utilizar más variedad de fibras animales y vegetales, aligerando el proceso del tejido, al mismo tiempo que aumentaba la producción. Sobre el tejido como una actividad cotidiana de los indígenas del Táchira, así como los materiales usados durante la época de la colonia, existen muchas reseñas en los archivos y crónicas.

Las materias primas usadas en los tejidos blandos son generalmente de origen vegetal como fibras de hojas carnosas, moriche, agave, cocuiza, curagua, sisal, algodón; o bien de origen animal como las cerdas y lana. El algodón es la fibra vegetal más conocida, hacia el piedemonte tachirense la mata crece de forma silvestre en una variedad de menor tamaño. De origen animal la más usada es la lana de oveja que fue introducida por los españoles en América y que era conocida por los indígenas prehispánicos, aunque conocía la lana de alpaca y viruña.

Los telares actuales pueden ser verticales y horizontales con cuatro pedales. Sus propietarios compran los desechos de tela o fibra, pabilo, guaral o hilos sintéticos ya teñidos, a las grandes industrias nacionales o las exportan de Colombia o España. Los equipos utilizados son generalmente los telares manuales de madera o metal, de pedales y eléctricos. El procedimiento para realizar el tejido es siempre el mismo, es decir la urdimbre que está formada por los hilos en haces paralelos y la trama que es el hilo que une el conjunto dándole consistencia y forma requerida.

La mayoría de los telares que existen en el Táchira son pequeñas industrias que se ocupan de hacer hamacas, cobijas, cocuizas, abrigos, cotizas, ruanas, chales, medias, guantes y bufandas.

Creencias

Desde sus orígenes, el hombre ha manifestado una serie de creencias, especialmente en la existencia de seres, deidades o fuerzas superiores que lo controlan y ayudan a controlar aquellos fenómenos naturales o culturales sobre los cuales no tiene conocimiento, pues ignora las causas que los originan. De esta manera busca respuestas y explicaciones, sobreponiéndose a sus temores ancestrales.

El conjunto de sentimientos, creencias y prácticas que el hombre ha desarrollado y organizado en un sistema de ideas y representaciones constituye lo que se denomina religión. Pero las formas de comportamiento religioso varían de una cultura a otra. Existen diferentes deidades o dioses, sobre los cuales la población general o parcial tiene ciertas ideas, les atribuye características especiales o creencias particulares así como también difieren las celebraciones, representaciones, ritos y ofrendas que se practican para el logro de las satisfacciones requeridas en cada sociedad. “Las manifestaciones, sobre todo las formas de vivirlas, varían según las costumbres, leyendas del pueblo y a nivel de la formación y mentalidad de los que la practican y los que las estudian”. (Santander, G. 1986).

La magia y religión son dos conceptos que aparecen muy unidos en las culturas populares porque ambos se afincan en la puesta en práctica de ciertas acciones desencadenantes de poderes sobrenaturales que pueden ejercer control sobre los hechos reales o avatares que se ciernen sobre la existencia particular o social de los hombres y la naturaleza, invocando seres superiores que solucionen los problemas planteados favorable o desfavorablemente, según el caso. La comunicación con estos seres superiores a fin de invocar su ayuda, se puede realizar en forma privada, es decir personalmente o bien a través de intermediarios que en este caso son otros hombres o mueres que se consideran tienen poderes especiales o una educación especial con amplios conocimientos sobre el tema religioso, los cual les permite establecer la comunicaron necesaria entre lo humano y lo sobre natural. Función que generalmente asumen los llamados brujos, rezanderos, magos o ministros de los diferentes cultos religiosos.

La realización de ritos, prácticas, ofrendas o ceremonias especiales, relacionadas con las diferentes religiones, generalmente poseen una infraestructura; un sitio especial o local donde se desarrollan todas estas actividades. En las habitaciones particulares la gente acostumbra a tener altares, capillas pequeñas o bien un rincón de la casa donde se conservan las imágenes de los espíritus, dioses, demonios o deidades que representan su creencia y ante los cuales colocan sus respectivas ofrendas.

La profusión de capillas y capillitas privadas que se encuentran en el sector rural, especialmente hacia el norte del Estado, demuestra un sentimiento religioso arraigado del pueblo tachirense donde se conjugan las creencias ancestrales y populares con las doctrinas religiosas oficiales, constituyendo así otra característica tradicional de la cultura tachirense.

Pequeñas industrias

En pequeñas industrias se reseñan productos de origen diverso como: quesos, objetos de aluminio, sillas de madera, tablas de picar, muñecas de trapo, figuras de yeso y otros, que son fabricados en series, en pequeños talleres de carácter casi doméstico, pero organizados en locales apartes y con personal obrero contratado. En su mayoría son artículos de cierta tradición en el estado, pero que conllevan el uso de maquinarias y técnicas o moldes universales. Son productos que llaman la atención por su sabor, colorido, belleza o utilidad.

-Ollas y hornos.-

Se destacan objetos de hierro y de láminas galvanizadas. Entre los primeros se encentran budares, paelleras, parrillas, sartenes, cucharones y pailas de hierro calado. Los segundos de aluminio: ollas de diferentes tamaños y formas, vasos, bandejas, cafeteras, jarras, tasas, palas, cucharas, embudos, moldes, sartenes, etc. Algunos negocios compran por piezas: asas, agarraderos y discos que sirven de base para recipientes de diferentes tamaños, tales como ollas, moldes, jarras, para luego ensamblarlos allí mismo usando troqueladoras, dibujadotas, remachadoras y rodillos para pisar los bordes.

Una de las piezas que más llama la atención es el horno artesanal que es hecho con láminas galvanizadas ya cortadas, según las diferentes medidas del horno que se va a armar.

-Objetos de madera

Muebles de diferentes tipos: sillas de cuero rústico y madera, sillas de madera pura, pequeñas y grandes, mesitas torneadas, pupitres, percheros, taburetes, cucharones, paletas y tablas de picar, pueden verse en la vía entre San Juan de Colón y La Fría, donde existen pequeños talleres y varios puestos de venta.

-Quesos

La oferta de quesos que proviene de haciendas o casas particulares es muy generalizada en diferentes zonas del territorio tachirense ya que son productos que tiene mucha demanda. Es posible degustar varias clases de quesos: blanco, duro, semiduro, cuajadas, ahumado, mantequillado, etc.

-Muñecas de trapo

Es posible ver diferentes tipos de muñecas: grandes y pequeñas con gorros y trenzas; las negritas son escasas pero no por consideraciones raciales sino porque las típicas de la región andina son de pelo rubio o negro, diferentes colores de vestidos pero con el mismo modelo: corpiño de mangas largas o cortas, falda amplia, bombacha y escarpines. La mayoría de las muñecas representan a la mujer andina con la vestimenta típica del siglo XIX, falda ancha de color negro y cintas multicolores en la parte baja, camisa blanca y encima la ruana roja, peinado de trenzas y el sombrero.

-Carros de madera

La fábrica de estos juguetes se localiza en una curva pronunciada de la carretera de Capacho, en un sector llamado Caimito, aldea Ricaurte. Los carros imitan camiones o gandolas de diversos tamaños, tienen sistema de luces, motor, molineras, transmisión, suspensión y ruedas. Mucha de su producción es vendida en San Félix, Municipio Ayacucho.

-Fábrica de tejas

Las tejas las introdujeron los españoles y constituyen en elemento importante en el área de construcción. En el Táchira existen aun pequeñas fábricas de tejas en diferentes puntos de la geografía regional. Además de las tejas fabrican también ladrillos y baldosas para pisos.

-Imágenes de santos

A la entrada de San Antonio se localizan varias ventas y fábricas de imágenes elaboradas en yeso, en su mayoría son santos, vírgenes, ángeles y nacimientos, representaciones de la religión católica. Pero también se pueden ver el indio Guaicaipuro, el negro Miguel y otros que reflejan el sincretismo existente en torno as las creencias del pueblo venezolano.

Vocabulario

A

Abrigado.- Se mantiene caliente.

Adobe.- Mezcla de tierra, vegetales y guijarros que se moldean con las manos o en moldes de madera, dando como resultado bloques pequeños.

Agave.- Planta de la familia “agavaceae”, de cuyas hojas se extrae una fibra fuerte y duradera.

Aguamiel.- Panela diluida en agua hirviendo.

Ahumado.- Exponer al humo, en el caso del queso se ennegrece o amarillea la concha y toma sabor a humo.

Alfondoque.- Melcocha amasada hasta blanquear, se le agrega anís u hojas de limón, dándole forma de papelón y se deja endurecer.

Algodón.- Planta de la familia de las “malváceas”, cuyo fruto en forma de capsula contiene vellones blancos muy apreciados para la fabricación de telas.

Aliñar.- Mezclar el chimó con otros ingredientes.

Altillo o soberao.- División interna en el segundo nivel de una habitación o en la parte más alta de la casa.

Amallando.- Inicio del tejido en la máquina tejedora.

Amasarlo.- Mezclar el barro con las manos.

Ambir.- Chimó puro sin aliñar.

Anilina.- Colorante con base de benceno.

Añil.- Género de arbustos o hierbas vivaces de las cuales se extrae un colorante de color azul profundo y muy permanente.

Apisonado.- Técnica con la que se afirma y compacta el barro.

Aprontar.- Tener listo algo para usarlo.

Arganas.- Cesta contenedora o recipiente.

Armillas.- Maderos que atraviesan las masas del trapiche.

B

Bagazo.- Restos del tabaco; cuando se cuela el caldo: resto de la caña después de exprimir.

Bagazero.- Persona que recoge el bagazo y lo pone a secar.

Bahareque.- Mezcla de barro con paja picada que se coloca sobre un entramado de ramas sostenidas sobre horcones de madera o caña brava entrecruzado.

Barbecho.- Terreno apto para sembrar pero que no se utiliza desde hace algún tiempo.

Boleando.- Amasar y cortar el chimó.

Broza: la hoja de la parte de arriba.

C

Cachaza.- Residuo o sucio del jugo de la caña.

Cachimbo.- Aparato para destilar aguardiente o miche.

Caldo.- Cocción de tabaco con agua.

Calentador: tanque donde cae primero el jugo de la caña.

Calentador.- Tanque donde cae primero el jugo de caña.

Calentao.- Mezcla de aguardiente, panela y miel que se sirve caliente.

Callejones.- Claros en el bosque que utilizan para instalar el cachimbo.

Caney.- Pasillo largo con techo, sin paredes.

Capa.- Hoja de base de la planta del tabaco.

Capota.- Hoja del centro de la planta del tabaco.

Carbón.- Enfermedad que afecta a la caña de azúcar.

Cardas.- Máquina para abrir las fibras y formar las tiras con que se van a sacar los hilos.

Carrumbo.- Aparato para destilar el aguardiente.

Charcos: contra moldes de yeso con los que se presiona el molde de látex.

Cínare: árbol de madera muy dura que se usa en la construcción de viviendas u objetos.

Coa: palo agujado utilizado en la siembra.

Cocuiza: fibra vegetal extraída de la planta del cocuy.

Cocha: extracto del chimó, resultado final del proceso de cocción. Miel a punta de cuajar.

Cochera: vasija donde se cuece el tabaco.

Comadrona: persona que atiende los partos.

Cuajadas.- Tipo de queso suave u húmedo.

Cuajo.- Sirve para coagular la leche, puede ser de orígen vegetal como el cuajo de la vaca o sustancia preparada mediante químicos.

Cuentas.- Unidad de medida del chimó.

Culero.- Trapiche antiguo de madera.

Curagua.- planta fibrosa y resistente que se emplea en la fabricación de cuerdas.

E

Enconadora.- Maquinas con conos que sirve para trasladar el hilo a los carretes.

Entrecruzamiento.- Técnica de tejido con fibras rígidas y flexibles alternadas.

Espadaña.- Forma de abanico.

Espulgar.- Revisar cuidadosamente el barro con el objeto de sacar las piedras u otros objetos extraños.

Ensamblaje.- Unir las partes de un todo, de un objeto.

Estepario.- Llanura intensa sin cultivar.

F

Fanegas.- Medida de capacidad para áridos. Espacio donde se siembra el trigo.

G

Gañan.- Mozo de labranza.

Gaveras.- Moldes para hacer las panelas.

Gloma: espiga de trigo.

Guarapera.- Paila mayor donde se inicia el hervor del jugo.

J

Jecha.- Persona vieja u objeto maduro.

L

Lanzadera.- Parte del telar donde se coloca una horna con el hilo que se utiliza para la trama de los tejidos.

Lata.- Caña silvestre utilizada como materia en cestería.

Látex.- Líquido lechoso de origen vegetal.

Lejía.- Ceniza de madera con agua.

M

Madrinas.- Maderas verticales que se entierran y sostienen las masas de los trapiches antiguos.

Mal de ojo.- Enfermedad de fiebre, vómito y otros malestares que generalmente se le atribuyen a la fuerza de la mirada de algunas personas o por maldad de las mismas.

Mal de arco.- Similar al anterior pero causado por el arco o arca (arcoiris), fenómeno natural al que se le atribuye poderes sobrenaturales.

Manojos.- Haz o ramo de hierbas que se abarca con la mano.

Manigueta.- Paral ancho que se dobla a manera de asa.

Mantequilludo.- Clase de queso cremoso y suave.

Mazas.- Piezas donde se imprime la caña.

Melaza.- Residuo del jugo de caña que se calienta y espesa.

Melgas.- Fajas de terreno diseñada simétricamente para regar la semilla.

Mermadoras.- Pailas pequeñas donde se merma la miel.

Miaito.- Brindis que se utiliza para brindar el nacimiento de un niño.

Miel.- Jugo de caña en hervor sin cuajar. Extracto del tabaco.

Mingo.- Persona que se encarga de enfriar la cocha, saca la panela de los moldes, hace los bultos de panela atándolos y guardándolos.

Minio.- Oxido de plomo, usado como colorante.

Mintoy.- Tumba de la época prehispánica de forma circular cuyas paredes y pisos están recubiertos de piedra.

Modelado.- Sólo con las manos.

Moldeado.- A base de moldes.

Moó.- Chimó puro sin aliñar.

Moriche.- Palma de cuyas hojas se extrae una fibra para confeccionar tejidos como chinchorros, redes, etc.

N

Nómada.- Estilo de vida que se caracteriza por ser un continuo vagar del grupo en búsqueda de alimentos.

P

Pailero.- El que se encarga de dar el punto a la panela.

Paneles.- Recuadro de colores intensos de puertas y ventanas.

Parales.- Fibras planas anexas y rígidas que conforman la base de las cestas.

Parrilla.- Equipo total para producir el chimó.

Parrilero.- Persona encargada de llenar de combustible el horno.

Pasta.- Chimó aliñado y amasado.

Patacones.- Antigua moneda de plata equivalente al duro o peso.

Patudo.- Hierro para forjar, difícil de doblar.

Pella.- Cantidad de barro necesario para elaborar una vasija.

Picadura.- Trozos picados de la vena y de la base de la hoja de tabaco.

Pintadera.- Objetos de piedra o cerámica con dibujos incisos utilizados por los indígenas para pintar vasijas, tejidos a sus cuerpos.

Pira.- Sopa de carne y verduras.

Pisador.- Cuero de res sobre el que se hablanda el barro con los pies.

Pita.- Cuerda con la que se separa la vasija del torno.

Ponchera.- Vasija donde se cocina el tabaco.

Prensero.- El que se encarga de introducir la caña en las mazas del trapiche.

Punto.- Cuando la miel está lista para hacer la panela. Textura final del chimó.

Q

Quebranta huesos.- Antiguo trapiche manual de madera.

R

Rape.- Tabaco picado.

Remellón.- Herramienta para remover el tabaco.

Rullas.- Tiritas de chimó para cortar y sacarlo por unidades.

S

Sedentarios.- Estilo de vida en un sitio determinado.

Sementeras.- Surcos de tierra donde se esparce la semilla.

Sisal.- Planta xerófila de la familia agavaceae, su fibra es sedosa y se usa para fabricar cordeles, hilos, mecates, sacos, etc.

T

Tabaquillo.- Planta similar al tabaco, tabaco criollo usado por los indígenas.

Tacha.- Batea de madera donde se enfría la cocha antes de verterla en los moldes tamo. Hoja seca de la caña.

Tapar el trigo.- Lanzar la semilla y cubrirla sin profundizar.

Trama.- Tejido paralelo a la anchura del objeto, realizado con fibra flexible y que unido a la urdimbre conforma la cesta. Hilos horizontales que unen el conjunto dándole la consistencia y la forma requerida.

Típicas.- Tradicional o representativo de una región.

Torno.- Mesa de madera con un eje central cuya parte inferior tiene una rueda que se maneja con el pie moviendo la cabeza que está en la parte superior.

Troqueladora.- Máquina que sirve para doblar y grabar el aluminio.

Turmas.- Papas, patatas.

Turreón.- Chimenea del trapiche.

Trojas.- Cuarto elevado sobre pilares o sitio para almacenar el grano.

U

Urdimbre.- Haces de hilos paralelos, se realizan con fibra rígida y dan cuerpo a las cestas, son iguales a los parales.

V

Vitreón.- Chimenea de un trapiche.

Venteado.- Lanzar la semilla a lo alto para que el viento se lleve el residuo.

Voleo.- Sembrar la semilla esparciéndola en el aire.

Z

Zafra.- Proceso de recolección y procesamiento de la caña de azúcar.

Bibliografía

Duran, Reina (1999) Cultura tradicional del Táchira, Museo del Táchira, San Cristóbal.

Durán Reina (2003). El Chimó. Museo del Táchira, San Cristóbal.

Durán Reina (2005). Pequeñas Industrias I. Museo del Táchira, San Cristóbal.

Durán Reina (2006) Pequeñas Industrias II. Museo del Táchira, San Cristóbal.