20060318

1856 UN MOMENTO ESPECIAL PARA LA HISTORIA DEL TÁCHIRA Y DE SAN JUAN DE COLON

Dr. J.J. Villamizar Molina

Individuo de Número de la Academia de Historia del Táchira

Cronista de las ciudades de San Cristóbal y Santa Ana.


INTRODUCCIÓN


Al llegar a este recinto la primera sensación que sentí fue un estremecimiento, al constatar que estaba al frente de un Santuario de la cultura, en frente de un santuario de la literatura y de la sabiduría. Me remonte sesenta años atrás, cuando yo estudiaba primaria y bachillerato; y no recuerdo que hubiese tenido un lugar propicio para el estudio y para la formación humanística como el que proporciona esta magnifica casa. Esto nos hace comprender que en 60 años el país ha aumentado considerablemente en sus potencialidades, que ha progresado, que el progreso es inmenso y que ustedes habitantes de Colón, son los beneficiados de este inaudito desarrollo.

Y mientras esperaba que comenzara este acto vi como iban llegando los alumnos de las diferentes localidades educacionales de Colón y me di cuenta del interés con que son atraídos para las cosas de la cultura, del arte y del estudio. Entonces me pongo a pensar, comparando los 60 años que han pasado con las décadas que se aproximan, ¿Cuál será el desarrollo de Venezuela dentro de medio centenar de años, dentro de una centuria?. Será el desarrollo que ustedes los que están aquí en ésta sala habrán de contribuir y habrán de edificar. Por eso he sentido un gran respeto al entrar a este venerable recinto.

Debo expresar la satisfacción tan grande que siento al encontrarme en San Juan de Colón, tierra de mucha historia en el Táchira y de muchos personajes. Tierra de políticos, de intelectuales, de educadores, de personas venerables del clero. Todas estas figuras se agolpan en este momento en mi corazón y en mis palabras para decir la infinita alegría que siento al encontrarme con ustedes. Saber que estoy en la tierra de Pedro María Reina, de Francisco Antonio Reina, de Pedro Antonio Ríos Reina, - creador del arte musical moderno de Venezuela- de los generales Régulo Olivares, Francisco Alvarado, David Olivares; de un gran promotor del desarrollo comunitario como fue Gerardo Rivas Berti; de una persona tan esclarecida como es el Dr. Ramón J. Velásquez que ha derramado por toda Venezuela su beneficio, su bien y de aquí entre

nosotros ha creado esa obra inmortal que es la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses que tiene en esta casa un verdadero palacio. Esta es la tierra del Excelentísimo Monseñor Antonio Arellano Durán, Obispo de San Carlos – mi amigo y mi compadre – distinguido saleroso que murió en olor de santidad. Y es la casa de Juan Guglielmi y tantos otros que han enaltecido las letras y las artes.

La figura del Cronista

Al llegar a este punto de las figuras ilustres de Colón, debo referirme a una figura particular que me ha hecho la invitación que he aceptado como un alto honor, es el cronista de la ciudad, el Colega Jorge Omar Alviárez Mora. Desde hace mucho tiempo le conozco y soy testigo de su afán, de su constancia, de su espíritu de estudio, mucho antes de ser cronista de la Ciudad de San Juan de Colón. Ahora constato que la Asociación de Cronistas de pueblos y ciudades de Venezuela y la Asociación de Cronistas del Táchira, tienen en él un gran representante. Recientemente puso en mis manos este libro, esta joya, que considero yo, es uno de los mayores tributos, de los mejores regalos, de los momentos más grandiosos que ha recibido el Municipio Ayacucho. Lo digo con toda satisfacción delante del distinguido Profesor Miguel Ángel Chacón, Presidente de la Municipalidad; este libro representa una gran obra escrita en Colón, una gran obra escrita en el Táchira y una gran obra escrita en Venezuela. Refleja todo lo que es este Municipio, desde el punto de vista humano, desde el punto de vista histórico y desde el punto de vista geográfico. Aquí están los aconteceres desde las raíces antropológicas y desde la evolución histórica, hasta la actualidad. Aquí esta descrito magistralmente todo este territorio, toda su evolución jurídica y política desde los viejos tiempos, desde el 29 de noviembre de 1831 cuando San Juan de Colón fue declarada Parroquia, hasta el 1º de marzo de 1884 cuando fue Distrito Ayacucho en conmemoración de esa batalla que selló la independencia de América y de ese personaje como el Mariscal de Ayacucho que supo eternizar aquí en el paisaje de colón una figura tan agregia y tan dedicada como la de Ceferino Chacón que el 9 de Diciembre de 1953 levantó esta magnifica estatua que sólo se puede comparar con la estatua que se encuentra en Quito del Mariscal Antonio José de Sucre.

Al referirme al Cronista de la ciudad y hacer el elogio de acuerdo a las posibilidades que el intelecto me facilita, delante del señor Presidente del Concejo Municipal y de todos los presentes, quizá deba hacer algunas breves anotaciones de la que es el cronista de la ciudad, porque aun cuando aquí veo que entienden al cronista, en muchos de los lugares del Táchira y de Venezuela no ocurre lo mismo. Diré como nació nuestra asociación: hace 37 años solamente había 20 cronistas en Venezuela, distribuidos en distintos lugares, sin ninguna conexión, sin ninguna delación, sin ningún conocimiento. Fue Don Alfonzo María Cronista de la ciudad de Valencia, a quien se le ocurrió por primera reunir a los cronistas de Venezuela en un ágape que ofreció en Valencia en ocasión del Día de Valencia y de los 10 años de la Universidad de Carabobo allá por 1968. Pero resulta que de esa reunión salió una cosa muy importante, Don Ramón Díaz Sánchez – ilustre escritor venezolano, escritor bolivariano – quien era el cronista de la ciudad de Puerto Cabello lanzó una idea en el sentido que los cronistas de Venezuela se agruparan todos y firmaran una Asociación.

En ese momento solamente nos encontrábamos en Valencia Don Alfonzo Marín, Cronista de Valencia; Don Augusto Padrón, Cronista de Maracay; Don Ramón Díaz Sánchez, Cronista de Puerto Cabello; Don Herman Garmendia, Cronista de Barquisimeto; el Embajador Nicolás Perozo, Cronista de San Felipe; el Prof. Tarcisio Almeida, Cronista de Churuguara; el Doctor José de Jesús Croce, Cronista de Trujillo; el Doctor José Carrillo Moreno, Cronista de San Carlos; Don Alberto Sanabria, Cronista de Cumaná, el Prof. Jesús Manuel Subero, Cronista de Porlamar; y el que les habla J.J. Villamizar Molina, Cronista de San Cristóbal. Eran los que estábamos presentes en esa reunión donde se fundo la Asociación de Cronistas que para el momento sólo englobó a 13 Cronistas, pero que hoy día ha crecido tanto en el país, que somos 210 Cronistas los que estamos distribuidos por los Municipios de Venezuela. Comprenderán ustedes cual es la importancia del Cronista, porque allá en Caracas los miembros de la Academia de la historia escriben la gran historia de Venezuela, la historia de Caracas, de los grandes próceres, de los grandes personajes, de los grandes humanistas, de los grandes académicos. Pero nosotros, como Jorge Alviárez, estamos metidos aquí, en pequeños pedazos de la República, en el Municipio que es la célula fundamental del país, y si ustedes suman todos los Municipios del país tienen el gran conglomerado de la nación, lo que quiere decir que si ustedes suman la historia de todos los municipios de Venezuela con sus cronistas y con la geografía de todos ellos, se tiene la visión y la corporeidad más amplia de todo lo que es Venezuela.

Esto es la Asociación de Cronistas de Venezuela que ya vamos por nuestro 37 º reunión. El próximo año será la número 38 en Maracaibo, donde esperamos señor presidente, que la Ilustre municipalidad de Ayacucho envía a su cronista a representar este importantísimo Municipio. Entre tanto, así como se fundo la Asociación Nacional de Cronistas, hemos fundado asociaciones regionales, sin apartarnos nunca de la asociación nacional, por eso cada estado tiene su propia asociación de cronistas. Aquí en el Táchira se tiene la asociación de cronistas del Táchira, la cual me honro en ser presidente y vamos ya por la 10º Convención, esperando que la próxima como es el anhelo del cronista de San Juan de colón, se haga en ésta ciudad.

Todo esto se los digo como un cuento que pronuncia el presidente de la Asociación de Cronistas del Táchira y el decano de la Asociación de Cronista de Venezuela, porque tengo que decirles con mucho orgullo, que de esos Cronistas que hace treinta y siete años nos reunimos en Valencia para crear nuestra Asociación, el único que queda vivo soy yo. Por eso, obligatoriamente me he convertido en el decano de los Cronistas de Venezuela.

1856 UN MOMENTO ESPECIAL EN LA HISTORIA DEL TÁCHIRA

Cuando el Cronista de la ciudad me dijo que quería que viniera a San Juan de Colón a hablar un poco de Historia del Táchira, dije yo es bien difícil reunir la historia del Táchira en una corta intervención, porque son cuatro siglos y medio que tiene la historia del Táchira. Eso es lo que tiene prácticamente la Ciudad de San Cristóbal, fundada el 1º de Marzo de 1561por el Capitán Juan Maldonado y Ordóñez de Villaquirán. Entonces me puse a pensar que dentro de esos cuatro siglos debería rescatar un momento especial dentro de la historia del Táchira para comentarlo en esta tarde. Un momento que incumba a todo el Táchira y en especial al Municipio Ayacucho, es decir un momento de la historia en que palpite la vida y el porvenir de ésta tierra de Ayacucho.

Entonces llegué a la conclusión en que ese momento estelar en la vida del Táchira fue el año 1856, año en que se creó la Provincia del Táchira, por decreto del 11 de marzo, sancionado el 14 del mismo mes. Se creo con 4 cantones: San Cristóbal, Lobatera, La Grita y Bolívar (San Antonio). La Grita aspirada ser la Capital del Estado por esa trayectoria tan brillante y tan extensa que tenía desde su fundación el año 1576 por el Capitán Francisco de Cáceres. Pero la ciudad de San Cristóbal tenía una cosa para su progreso muy similar a la que ha tenido Colón durante toda su trayectoria, para destacarse y progresar en todo el Táchira y en Venezuela. La ciudad de San Cristóbal tenía su envidiable posición fotográfica que la convertía en una encrucijada de caminos y de vías para salir a Colombia, para salir a Maracaibo y para salir al extranjero, hacia los mercados de New York y Europa.

Esta misma posición privilegiada la tubo Los Llanos de San Juan, San Juan de los Llanos, San Juan de Lobatera o San Juan de Colón. Una encrucijada de caminos, primero entre San Cristóbal y el Puerto de las Guamas, como vía de paso indispensable. Después el 1º de enero de 1896, se inauguró el ferrocarril del Táchira que pronto se extendió hasta la estación de la Uracá y después a la Estación de cara e perro o Estación Táchira y Colón se hizo el centro que aglutinaba todos los viajeros, toda la mercancía, todo el café que salía del Táchira para ser embarcado por el ferrocarril hacia Maracaibo, Nueva York y especialmente para Hamburgo. Luego esta situación privilegiada hizo de Colón un gran imperio de riqueza. Después del ferrocarril tenemos la carretera transandina, realizada por el general Juan Vicente Gómez en 1925. Yo fui teniendo 9 años a Caracas por la carretera transandina de tierra, fueron 5 días. Esta era complementada por la carretera central del Táchira formando así una importante red de comunicación en las primeras décadas del siglo XX. En el año 54, 55 Pérez Jiménez hacia la carretera Panamericana que quitaría el paso por los páramos del Zumbador, la Negra y Mucuchíes llevándonos directamente a Caracas. Esa carretera Panamericana le siguió dando a Colon una importancia muy grande, la convirtió en vía de paso para Caracas. Como ven ustedes, todas esas cosas han hecho de Colón una importante localidad que ha aglutinado todos los pasos, todas las esperanzas, todos los anhelos y todas las riquezas del Táchira.

Estaba hablando del año 1856, cuando se creó la Provincia del Táchira. Vamos a focalizarnos en este año que representa parte de la mitad del siglo XIX del Estado Táchira. Ese año es sumamente importante porque hay un despertar muy grande en toda la colectividad tachirense. Hay un despertar político, económico, agrícola, industrial, educacional, siendo los factores que han llevado al Táchira al porte que hoy tiene.

Un despertar político porque se fundó la Provincia del Táchira con Don Pascual Casanova como primer Presidente. Porque se desarrolla el cantón de Lobatera que va adquiriendo una serie de funciones y de transformaciones con todos sus lugares aledaños, entre ellos San Juan de Colón, que después de muchas series de transformaciones jurisdiccionales y políticas llegará a ser la ciudad Capital del Distrito Ayacucho el 1º de marzo de 1884.

Pero en esta mitad del siglo XIX ocurre también un milagro en el Táchira. En 1850 ya se dice que hay cierta riqueza cafetalera o que se ha empezado a explotar el café y el boom cafetalero es en el año de 1870 y 1880. El Táchira se puebla de sembradíos infinitos de café cuya explotación es importante rápidamente a Nueva York y a la ciudad de Hamburgo, Europa, especialmente productos de Alemania que llegan por nuestros puertos fluviales hasta el ferrocarril del Táchira y multiplican el comercio y la industria del Táchira. Colón es artífice de esa multiplicación de comercio nacional e internacional.

En ese despertar del siglo XIX, tenemos que hay también un despertar demográfico que hicieron los inmigrantes al Táchira, especialmente los inmigrantes Europeos y los inmigrantes que vinieron de otras regiones del país, como Maracaibo, Trujillo, Mérida y fundamentalmente de los llanos, quienes vinieron huyendo de la guerra federal y que hicieron cosas tan buenas en el Táchira como la fundación en el año 1878 de la compañía Petrolia, la primera compañía que explotó petróleo en Venezuela. Entre éstos inmigrantes debemos reconocer a los que vinieron de Francia, Alemania, España, Italia – especialmente de la Isla de Elba- y de otros lugares de Europa. Al referirme a estos inmigrantes italianos debe citar a apellidos muy conocidos aquí en Colón como los Pagnini, Paolini, Anselmo, Muraciolo, Esperandío, Cegnini, Guglielmi, Giusti.

Pero dentro de todo esta gran constelación resalta un gran personaje, importantísimo para la vida del Táchira por ser quien desarrolló esta parte del norte del Estado y el que le dio la vida a Colón, si a ver vamos, el porte comunitario, distinguido, social, económico y ambicioso que hoy tiene. Este señor tan importante en la inmigración Tachirense es Don Gerardo Rivas Berti, individuo para con quien Colón nunca tendrá tributo de agradecimiento suficiente porque tanto Colón como el Táchira recibieron inefables beneficios de este magnifico ciudadano.

En San Cristóbal florecieron las casas alemanas entre ellas la casa Steinvorth, la Casa Van Dissel, la Casa Brever Möller y la Casa Anderson Möller. Estos señores alemanes fueron muy importantes porque eran quienes le daban dinero a los campesinos para que pudieran cultivar sus fundos, sus conucos, sus haciendas, es decir para que produjeran café. Ellos con las cosechas pagaban sus préstamos, los alemanes recibían el café y lo importaban a Europeas por Hamburgo y de las casas de Hamburgo traían mercancías lujosas al Táchira. Las personas de edad o quienes conserven antigüedades en sus casas, se darán cuenta de las porcelanas finísimas, de las lámparas, de los utensilios domésticos lujosos, de las copas y vajillas alemanas que se importaban en esas décadas. Eran verdaderas reliquias, verdaderas joyas las que se importaban.

Al lado de esa inmigración Europea hubo una inmigración venezolana muy importante. Por ejemplo, de Maracaibo vino Don Arístides Garbiras y el Pbro. Dr. Manuel María Lizardo que fue presidente del Concejo Municipal de San Cristóbal en el año 1870 y que fueron hombres que hicieron una gran obra comunitaria. De Trujillo vino Don Jesús Contreras, hombre muy emparentado con la política, era liberal y fue el que decreto la federación en el Táchira en la Grita el 10 de Mayo de 1863. y dentro de ésta inmigración tenemos que referirnos a la inmigración de Los Llanos. De allá vino Don Manuel Antonio Pulido Pulido, José Antonio Baldo, Rafael María Maldonado, José Gregorio Villafañe y otros señores que fueron los fundadores de la Compañía La Petrolia y que hicieron desarrollar al Táchira industrialmente.

Y no nos debemos olvidar de la inmigración de la Nueva Granada, convertida en República de Colombia en el año 1863. La inmigración de la Nueva Granada nos dio verdaderos maestros, aquí el Lic. Anderson habló de los maestros que había en el Municipio Ayacucho y de la evolución de las Escuelas Primarias durante el siglo XIX. Fue la misma evolución educativa que hubo en todo el Táchira especialmente en San Cristóbal. Pero estos señores inmigrantes de la Nueva Granada en esa mitad del siglo hicieron florecer la educación, porque, en lo que a San Cristóbal respecta, no solamente fundaron escuelas de educación primaria, sino que fundaron Institutos de educación secundaria como: el Colegio San Agustín, La Casa de educación del Táchira, El Colegio San Sebastián, el Colegio Provincial, el colegio del Castillo de 1861: todo lo cual terminó con la fundación, ya que en la época de Guzmán Blanco el 16 de abril de 1876 con el colegio Nacional de segunda Categoría, que es el antecedente del Liceo Simón Bolívar.

Como ven ustedes hubo una evolución cultural, una evolución educativa y así se fue el Táchira formando en el campo de la cultura. En el campo religioso el Táchira dependía de la Provincia de Mérida, pero hubo Obispos tan importantes en esa sede Episcopal, como Monseñor Juan Helario Bosset y Monseñor Antonio Ramón Silva, que crearon múltiples parroquias Eclesiásticas. Ellos fueron unos cultores de la Villa Religiosa y sembraron la semilla del Evangelio por toda esta tierra originando el florecimiento de múltiples parroquias, florecimiento que llegó a su apogeo el año 1922 cuando fue creada, un 12 de Octubre, la Diócesis de San Cristóbal con Monseñor Tomás Antonio SanMiguel como primer Obispo, que llegó el 25 de noviembre de 1923.

Después ha habido una serie de florecimientos en distintos campos, especialmente en el campo científico y hoy día el Táchira cuenta con infinidad de Institutos culturales y científicos. De ellos nos hablan las múltiples universidades que hay en el Táchira, las cuales tienen extensiones en distintos lugares de la República. Al hablar de la evolución científica les diré la evolución de la medicina. La medicina es una de las ciencias con mayor desarrollo en Venezuela y en el Táchira, donde se están haciendo infinidad de operaciones como de corazón abierto. Y al hablar de la medicina no puede callar el nombre de una figura esplendente, nativa de aquí de Colón, punto de referencia en la medicina Tachirense, es la figura del Dr. Ernesto Segundo Paolini. Epónimo del Hospital principal del Municipio Ayacucho. Yo lo conocí y tuve el orgullo de ser su amigo, primero fui su súbdito en la unidad Sanitaria, el era mi jefe cuando yo era el jefe de Servicio de higiene mental, después fuimos colegas en la Academia de Medicina del Táchira, donde tenemos en sitio de honor su retrato.

Todo esto nos dice que la tierra del Municipio Ayacucho su capital San Juan de colón ha ido paralelamente al pulso cultural del Táchira que se ha desarrollado al compás de todas las más importantes iniciativas, que ha sido uno de los polos de desarrollo cultural del Táchira. Basta recordar una ves más al egregio Pedro Antonio Ríos Reina, uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica de Venezuela en el año 1930 y uno de sus presidentes en la década del 50 y del 60.

Uno se siente verdaderamente agradado al encontrarse en la ciudad de san Juan de Colón y a llevarse el sentimiento de que ha visitado uno de los puntos nucleares de la actividad comunitaria, de la cultura, del arte y de la vida política del Táchira.

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Discurso pronunciado el día 27 de Octubre de 2005 durante el acto central de jornadas de estudio con motivo del I Aniversario de la Biblioteca Pública Municipal Prof, Herlinda de Arias de San Juan de Colón, Estado Táchira.