Rafael María Rosales
El Táchira tierra generosa y hacendosa, donde la montaña, el valle, el río y los labrantíos son la recomendación del paisaje, el clima y la hospitalidad de las gentes de una frontera con ejecutorías de dignidad y fallas de inutilidad, heroicidades pioneras y regímenes de fuerza por negligencia nacional, estuvo aislado política, social y económicamente por varios siglos, no obstante haber conocido la realidad de una Gobernación en la época colonial o sea la dada por
Tal jerarquía gubernamental dura hasta el primero de mayo de 1607, cuando el Dr. Juan de Borja crea el Corregimiento de Mérida y
El 3 de Noviembre de 1622 es creada la provincia de Mérida y
Nuestra amada tierra Tachirense estuvo sujeta al Corregimiento neogranadino cuya influencia alcanzó la zona andina venezolana, hasta cuando el Rey Carlos III, a quien el pueblo venezolano debe, podemos decirlo con la mis sentida emoción patriótica, la creación de
Al imponer el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, luego del triunfo de la todavía discutida guerra federal, con la cual no se identifico el Táchira, no porque
su ideología liberal se derrumbara o dejar de tener el calor de las mayorías sino porque las candelas arrasaban los pastizales, la larga guerra atrofiaba la economía, la maldad de Martín Espinoza detenía la justicia y la muerte de Ezequiel Zamora apagaba la revolución en marcha. Por ello Sacramento Velasco, con sus “Bravos de Capacho”, ataja a los federales en la entrada del Llano dos veces en el camino de Bailadores a
Fácil es entender, entonces, cómo la prosperidad y el desarrollo de nuestra regionalidad casi se paralizan, tanto en lo socio-político, lo socio-económico y lo socio-cultural, pues la agonía de sus desmovilización pervive en una frontera donde el nacionalismo debe afirmarse con la gestión oficial y con el crecimiento de las iniciativas y las realizaciones que den al progreso la autenticidad de la autonomía y del mejoramiento de la identidad. La administración pública no era otra cosa que una entelequia, no obstante la fertilidad de la tierra, la riqueza de los productos que, como el caté, ya eran no una promesa sino la verdad de una potencialidad económica. A lo cual se agregaba el hábito hacendoso del hombre y la mujer que sudaban su esfuerzo en el autodicdactismo de su empeño creador. Tal desidia de la administración pública sucede porque, como en épocas posteriores, el régimen político imperante, el capricho personal, la culpabilidad y la conveniencia partidista agudizan la complejidad de los problemas y la torpeza para el entendimiento.
El gobierno de la provincia de Mérida no se ocupa de atender, como debía, los cuatro Cantones tachirenses, en los cuales las necesidades políticas y administrativas represaban su desarrollo. Es por ello por lo que el Concejo Municipal de San Cristóbal, solicitaba en
Esta solicitud de los cabildantes sancristobalenses se fundamenta en el interés de alcanzar la dignidad de una identidad propia, sí, de una autonomía con la aspiración de impulsar el desarrollo político, social, económico y cultural, pues su condición de tierra olvidada la induce a buscar el camino de su independencia política, a fin de solucionar con entusiasmo y seguridad sus problemas.
Las condiciones económicas de la región fronteriza propiciaban perspectivas halagadoras de desarrollo agrícola y comercial, por lo que “por si solo” el Táchira podía “figurar como entidad provincial” con sus naturales recursos. Es por que ya tanto las exportaciones como las importaciones se llevaban acabo con posibilidades de ventaja y las relaciones comerciales con Maracaibo, el llano y Colombia, no obstante los inconvenientes de las vías de comunicación, ofrecían la verdad de su desarrollo progresivo en cada uno de los cantones regionales. Sin embargo, el gobierno provincial merideño, con su actitud de indolencia y su desinterés en fomentar las obras de auténtica utilidad pública, con los propios recursos tachirenses, dejaba transcurrir el tiempo y omitía su responsabilidad para estructurar una política que incentivan la productividad agrícola y comercial mientras se motiva la pecuaria y la industrial, pues habían seguras posibilidades para ello. Era, por consiguiente, favorable la situación en esta zona fronteriza de
En la solicitud de la autonomía política y administrativa del Táchira, se decía a la diputación merideña, como lo decimos en nuestro libro “Documentos y descripciones de la ciudad de San Cristóbal”, “el camino y puerto de Guamas, así como el camino a San Camilo y otras vías que, por no realizarse en condiciones de aprovechamiento, traían grandes perjuicios a la colectividad, y no podían ser ejecutadas ni atendidas por Mérida, ya que por la extensión de sus dominios, la acción oficial no podía limitarse sino a una mala administración de los Cantones en trance de alcanzar su desmembración”, en vez de fortalecer para su autonomía útil, es decir, para la independencia de su propia vivencia política y administrativa. Además, los concejales de San Cristóbal argumentaban la feliz verdad de que un Gobernador no puede darse cuenta de las prioritarias necesidades de sus gobernados, ya ‘que las poblaciones distantes de la capital de la provincia tan solo son visitadas como paseo, sin que de tales visitas resulte otro fruto, que el gusto que queda a sus vecinos por haber obsequiado a su Gobernador, quien deseoso de regresar a su casa ningún alto hace en la que su autoridad pudiera remediar”.
Por otra parte, los peticionarios de que el Táchira sea Provincia, razonan que la creación solicitada no afecta a la provincia merideña por cuanto ésta queda con suficientes arbitrios, los cuales bien administrados fortalecen su jerarquía estatal. Concluyen los concejales de San Cristóbal, expresando que su Memorial no es para pedir una gracia para obtener legalmente “el ejercicio de un deber de justicia”.
El general Carlos Luís Castelli, plenipotenciario venezolano en
Para ¡a fecha ya habían más de 50.000 habitantes en los cuatro cantones occidentales y se exportaban unos 45.000 quintales de café, “
La preocupación del Concejo Municipal de San Cristóbal, con el apoyo vecinal de la ciudad y de San Antonio,
E
administración de la provincia del Táchira a partir del primero de julio, sin alterar las ordenanzas municipales basta su reforma o derogación por la diputación regional conforme a
Es el Gobernador titular el maracaibero don Pascual Casanova.
Al imponerse la federación en el Táchira, las municipalidades regionales declaran la “plena soberanía e independencia” tachirense del Estado, para eliminar el sabor colonial de Provincia. El gobierno provisorio lo integran Jesús Contreras, Domingo Martínez y Jasé Ignacio Cárdenas. Esta determinación es acordada el 3
de agosto de 1863 o sea cuando han corrido cinco años del régimen federal.
Celebra
sido creada la provincia del Táchira, luego convertido en Estado en 1863. Este suceso lo recordamos con la devoción que siempre mantenemos por la tierra nativa, con la fe de quererla y defenderla como libre frontera y bravía entidad, animados por el lírico y valiente canto de la sensibilidad del alma nacional.
Nuestra identidad regional se inicia con cuatro cantones. Más tarde llega a nueve distritos y posteriormente a 16. Ahora son 23 los municipios, precisamente cuando los ramalazos de la crisis económica del país amenazaban tremendamente la estabilidad nacional y la confusión atropella la sensatez del pueblo venezolano. Y esa crisis económica se agudiza para empantanar el equilibrio y el entendimiento y permanente, la moral y la honestidad. Hay huelgas y paros injustificados, exageraciones sindicales y asombrosas caídas financieras, conflictos fiscales y aumentos de sueldos y de dietas, manifestaciones sin sentido, el crónico vicio de la corrupción, y una burocracia desenfrenada que debilita al desarrollo. Todo es agonía para la confianza y el derecho a la armonía y a la paz, y para salir del embarazo de
Los padres de la familia, los educadores, las escuelas, los colegios, los liceos y las universidades deben sembrar la cordura y robustecer la cultura en el ánimo y en el hacer de la generaciones, pues su tarea esencial es enseñar y corregir al alumno, así como señalar el camino de
Tomado del BOLETÍN DE